jueves, 13 de marzo de 2008

Omnisciencia

Dios es el único que posee omnisciencia, ¿Qué es la omnisciencia? Es la capacidad de conocerlo todo, saberlo todo. Sabe incluso lo que podría pasar si se ubiesen escogido otras opciones (Presciencia). Es un atributo divino que nadie puede poseer, sino solamente Dios.
Jesús manisfestó tener dicho atributo cuando habla a la ciudad de capenaum. Allí les informa de lo que habría ocurrido si los milagros que se hicierón en capernaum se ubieren hecho en Sodoma y Gomorra (Mt 11.23).
De la misma manera Dios conoces tus pecados, errores y faltas. No solamente pasados, no solamente presentes, sino también futuros. Y aún así Dios te ha llamado; te ha elegido según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo. (1 Ped 1.2). Por tanto:
"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
- (Efesios 4:22).
Recordando siempre que Dios nos ama, y que en él no hay reproche sino restauración, paz y amor.
Continuemos pues la buena batalla

No hay comentarios:

Interpretación Bíblica

¿Que quería decir Dios cuando le dijo a Moises que se descalzara?
Muchas veces nos han argumentado que Moisés venía con las sandalias de egipto, y que por tanto no se podía acercar a Dios a su manera o a su forma (y es cierto). Por lo que debía de descalzarse. Una interpretáción y una aplicación muy correctas.
Sin embargo leyendo el otro día este pasaje Dios me dió una pequeña luz.
En el principio el hombre pecó y como resultado la tierra produciría cardos y espinos (Gn 3.18), por lo tanto vemos que el calzado se creó para evitar el dolor de caminar descalzos por una tierra maldita por el pecado.
Cuando Dios le dice quítate el calzado... lo que le está diciendo es:
No temas...
Acercate confiadamente...
Aquí no hay dolor...
Aquí no hay espinios, aquí no hay cardos...
Aquí no hay sufrimiento...
Este lugar es santo...
Aquí no hay pecado
Acerquémonos pues a Dios y Dios se acercará a nosotros (Santiago 4.8)

David implora dirección, perdón y protección
----------------------------
Salmo de David (25)
1A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.2Dios mío, en ti confío;No sea yo avergonzado,No se alegren de mí mis enemigos.3Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;Enséñame tus sendas.5Encamíname en tu verdad, y enséñame,Porque tú eres el Dios de mi salvación;En ti he esperado todo el día.
6Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,Que son perpetuas.7De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,Por tu bondad, oh Jehová.
8Bueno y recto es Jehová;Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.9Encaminará a los humildes por el juicio,Y enseñará a los mansos su carrera.10Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11Por amor de tu nombre, oh Jehová,Perdonarás también mi pecado, que es grande.12¿Quién es el hombre que teme a Jehová?El le enseñará el camino que ha de escoger.13Gozará él de bienestar,Y su descendencia heredará la tierra.14La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,Y a ellos hará conocer su pacto.15Mis ojos están siempre hacia Jehová,Porque él sacará mis pies de la red.
16Mírame, y ten misericordia de mí,Porque estoy solo y afligido.17Las angustias de mi corazón se han aumentado;Sácame de mis congojas.18Mira mi aflicción y mi trabajo,Y perdona todos mis pecados.19Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,Y con odio violento me aborrecen.20Guarda mi alma, y líbrame;No sea yo avergonzado, porque en ti confié.21Integridad y rectitud me guarden,Porque en ti he esperado.
22Redime, oh Dios, a IsraelDe todas sus angustias.

Cuento con moraleja

Un padre, un hijo y un burro iban de camino hacia otro país.
Pasaron por un pueblo y la gente de allí opinó: - Serán tontos que tienen un burro y no van subidos.Así que el padre y el hijo se montaron en el burro.
¡Que poca consideración! ¡Están matando a ese pobre burro! - Comenzaron a gritarle los habitantes de otro pueblo.
De manera que el Padre montó al hijo...De camino pasaron por otro pueblo y la gente de allí murmuraba: - Tendrá poca vergüenza el hijo que deja que su padre sufra y vaya caminando.
De modo que el hijo se bajó del burro y dejó a su padre sobre el burro.Pasaron por otro pueblo, y de nuevo la gente habló: - ¡Ese padre no tiene corazón! Mira que dejar a su pobre hijo caminando mientras el está descansando
-----------------Moraleja-----------------

La gente siempre opina unas veces para bien y otras para mal.

* Cuando el hijo prodigo se fue de casa, el hermano tenía una opinión: ¡Este que ha gastado todo el dinero en mujeres!

* Cuando el hijo fue a presentarse también tenía su propia opinión: ¡No soy digno!

* Pero la opinión que verdaderamente cuenta es la del Padre: ¡Alegremos nos y regocijemos nos porque mi hijo que estaba muerto ahora vive!

No te guíes por la opinión de los demás. Guíate por la opinión de tu Padre que está en los cielos.

El te ama y te espera con los brazos abiertos, sin reproches, y con el único deseo de hacerte feliz para siempre. Vuelve a la casa de Dios.